Cuando hablamos de vidas pasadas, tenemos que hacer referencia a la reencarnación. El destino de nuestra alma es ascender espiritualmente hasta el último escalafón, pero para ello, debe venir a este plano terrenal las veces necesarias para su ascensión. En cada reencarnación venimos de forma distinta, es decir, algunas veces tendremos comodidad económica y otras pasaremos necesidades, otras seremos hombre y otras mujer, etc. Influye en cada reencarnación las amistades, la familia, el lugar de nacimiento, los estudios e incluso el trabajo. La misión del alma es pasar por situaciones diversas para hallar el aprendizaje adecuado. Como comentaba anteriormente, hay distintos escalafones que debemos alcanzar. Y os preguntaréis ¿cuántos son? ¿Qué sucede cuando llegamos al último? No sé cuántos escalones existen, pues no me permiten saberlo y en cierto modo lo agradezco pues me encanta el factor sorpresa y no tendría gracia saberlo todo del otro lado. Pero sí sé lo que sucede cuando llegamos al último y significa estar al lado del creador. No habrán más reencarnaciones una vez llegado a este escalón, pero lo que allí nos espera es también increíble y mágico.Si os preguntáis cómo saber las pasadas vidas, os recomiendo la regresión. Algo muy interesante que os contaré en otra ocasión y quizás, os cuente mi propia experiencia. Espero que os haya gustado.